EXPERIMENTOS (V) COCINA CASERA

Este verano nos hemos propuesto experimentar con casi todo lo que se puede hacer o se ha hecho con Playmobil. Creo que solamente nos queda la personalización de figuras usando masilla y la clonación de piezas. El modelado de piezas y la fabricación de moldes tienen una gran tradición en el mundo del modelismo.  Su origen está en la fabricación de soldados de plomo que se realizaban colando plomo fundido en moldes previamente realizados en escayola.

La aparición de las resinas y siliconas permitió la elaboración sencilla de moldes más complejos y con una mayor resistencia y rendimiento en el colado. Su aplicación ha sido generalizada desde hace varios años en la personalización de maquetas, modelismo ferroviario, radiocontrol, slot, warhammer y otros. 

El diseño, transformación y fabricación de piezas propias se considera el culmen del modelismo. Requiere de gran pericia, un constante trabajo y la aplicación de técnicas sobre las que existen numerosos libros.

La reproducción de  piezas siempre debe enmarcarse en el terreno del uso privado y nunca para su comercialización. Es lo mismo que ocurre con los discos. Se puede copiar un disco para reproducirlo en tu coche, pero no puedes venderlo u obtener un lucro con ello, ya que estás cometiendo un delito contra la propiedad intelectual. Otra cosa diferente es la producción de piezas originales.

Otro aspecto importante que conviene tener en cuenta es que se trata de una actividad no recomendada para niños pequeños. Se utilizan productos químicos inflamables, materiales tóxicos y abrasivos que siempre deben ser manejados bajo la supervisión de un adulto. Por todo ello, debemos tener especial atención en elegir un lugar ventilado y convenientemente acondicionado para evitar cualquier tipo de problema.

Es necesario también recordar que el coste de los materiales puede hacer que las piezas fabricadas o copiadas supongan un coste mayor al de adquirirlas, debido a una mala elección de las piezas a reproducir o a un mal rendimiento de los materiales empleados.

Dicho todo esto, empezamos nuestra aventura, que no tiene más objeto que superar el reto de haber sido capaces de conseguirlo.

1)                  La investigación.

Aunque gracias a Dios existe Internet, ya existía algún libro o revista que trata este tema con bastante profundidad. Creo que es bueno ojear o comprar alguno antes de empezar para saber donde nos estamos metiendo. En caso de no querer gastar dinero, lo mejor es recurrir a Youtube o Google. Para el tema de Playmobil lo mejor es consultar alguno de los foros que existen y que tienen amplia información al respecto. Yo particularmente he quedado impresionadísimo con el trabajo de Malone (Playcliks). Sus piezas son simplemente perfectas, denotan un gran trabajo de investigación previo a su ejecución. Solo puedo decir que el haber contemplado algunas de sus creaciones ha sido el principal aliciente para embarcarnos en esta aventura. Ojalá lleguemos a conseguir un 10% de lo que él ha conseguido.

2)                  Los materiales.

Afortunadamente estamos en Madrid y pudimos ir a Comercial Feroca. La verdad, el trato que nos dispensaron fue buenísimo, incluso pudimos contar con los consejos de algún cliente que se sumó a las preguntas que llevábamos preparadas.  Empezamos con un kit de iniciación que contiene 1KG de silicona + catalizador, plastilina, vaselina, y 2 kilos de resina (componentes A y B).

Además debes hacer acopio de otros materiales:

-         Guantes de latex.

-         Vasos de plástico.

-         Recipiente para mezclar la resina.

-         Talco.

-         Removedores.

-         Limas, lijas y cutter.

-         Materiales para acondicionar la zona de trabajo, recomendado: trapos, rollo de cocina y un plástico para recubrir la mesa de trabajo.

  

3)                  Los moldes.

La fabricación del molde es el trabajo más crítico de todo el proceso. La mezcla de la resina y el catalizador es sencilla (100 gramos de resina y 5 ml de catalizador). Solamente hay que mezclar bien, verter lentamente sobre el molde y olvidarse durante 24 horas de tocar nada.

La dificultad de este proceso está en maximizar tres factores:

a)      El rendimiento de la resina. Usar la menor cantidad de resina posible. Dependiendo de la forma del molde se gastará más o menos resina.  Esto puede parecer una tontería, pero no lo es. Hay que pensar primero el tipo de piezas que queremos copiar para saber la cantidad de silicona necesitaremos, es decir, dependiendo del tipo de piezas (grande, pequeña, gruesa o fina, plana…) podremos hacer más o menos moldes.

Del molde podremos hacer 30 o más piezas, por lo que conviene hacer moldes de piezas que vayamos a reproducir en grandes cantidades para amortizar su coste y sobre todo piezas que por su precio no nos compensen comprar.

En nuestro caso, hemos optado por la barandilla del Playmobil 3666 (castillo medieval), que se compone de dos piezas: el conector (molde sencillo)  y la barandilla (molde doble). Son piezas que en gran cantidad no son fáciles de conseguir (¡que rabia da pedir al Playmobil Direct Service y que te limiten a 1 unidad las piezas que quieres!)  y que se encarecen mucho con los gastos de envío por lo que nos ha parecido lo más fácil y rentable para empezar.

Hemos probado moldes cuadrados y redondos (más eficiente). También hemos usado el método de estructuras de Lego.  

b)      El tipo de molde a utilizar. Sencillo o doble. El molde sencillo necesita menos resina y simplifica mucho el proceso de reproducción. En nuestro caso lo recomendamos como primera opción para facilitar el proceso de aprendizaje. El molde doble es un poco más complejo y nos llevará el doble de tiempo realizarlo.

c)       La posición de la pieza. Aunque lo ponemos lo último, es lo más importante, ya que va a condicionar el vertido de la resina y por tanto el resultado final. Merece la pena pensarlo antes, aunque la mejor forma de aprender es equivocándose. Nuestro tercer molde (cuello de capucha vikingo) tiene un problema precisamente por no haber colocado la junta de unión del molde correctamente.

Por último, en nuestro caso, hemos rellenado algún molde con virutas de resina para mejorar el rendimiento sin problemas.

4)                  La reproducción.

Es sencilla y rápida. Al principio un poco desastre. Solamente recomendamos hacerlo de una manera cuidadosa de poco en poco, pieza a pieza, vertiendo con cuidado y dejando que fragüe antes de unir las piezas.

Antes de cada colada: un poco de talco en los moldes. Siempre guantes, siempre en un lugar protegido y ventilado.

También hemos probado a tintar (¡Ojo! No valen tientes al agua). El resultado es bueno, pero resulta muy difícil sacar un color uniforme en cada colada. 

Creo que lo mejor es pintar las piezas. La elección de los colores es díficil y encontrar tonos específicos puede ser caro. En nuestro caso, hemos optado por pinturas en espray de baratillo para ver los diferentes acabados.

           

5)                  El resultado.

     Hemos producido más de 100 piezas en este experimento.  Aunque no tienen la misma prestancia que las piezas originales de Playmobil, estamos muy orgullosos del trabajo realizado. Seguramente tengamos que probar con alguna otra variante.

      En general, las piezas están bastante bien. Se puede considerar un éxito, si bien, hemos fracasado con algunas piezas como cinturones o barbas que nos habrían venido de perlas para nuestras personalizaciones y de las que no hemos obtenido copias de calidad.

Lo mejor de todo es crear tus propias piezas, pero eso será motivo de otra entrada...