DRAGONIA
II
La cercanía de la costa de Dragonia
a las islas del Norte hace que sea uno de los puntos elegidos por aquellos
pueblos para realizar la última escala antes de regresar a casa después de sus
expediciones. Con el botín conseguido compra cerveza,
ganado, pescado salado, pieles y armas. Los dragonianos, por sus parte,
aprovechan para aumentar sus reservas de oro y de vez en cuando, compran algún
esclavo. Para facilitar este comercio
hay algunas fortificaciones cerca de la costa.
En esta ocasión son visitados por el
drakkar del mismísimo Rolf, “el Azul”, que debe su apodo al empleo del añil
para teñir sus ropajes y de esta forma dar un aspecto uniformado a sus tropas.
No se trata de un vikingo tan bárbaro como la mayoría de los escandinavos de su
época. Hace ya tiempo que Rolf se convirtió al cristianismo, obligando a sus
vasallos a seguir su ejemplo. Eso, sin menoscabo de continuar con su actividad
preferida: el saqueo y pillaje de los reinos cristianos de las tierras del sur.
Aquí podéis ver su llegada a una de
las calas de Dragonia. Sus tropas están preparando el campamento para pasar la
noche y bajando sus cofres llenos de oro y joyas. Mientras se aproximan los
dragonianos con sus carros para ofrecerles mercancías que harán las delicias de
los habitantes de su pueblo.
El señor del castillo observa la
llegada de los vikingos desde la balconada del castillo.
Aquellos que no vinieron en son de
paz probaron la “hospitalidad del dragón”.
Después de tocar tierra: un buen
fuego y carne asada.
Las tareas del barco no pueden ser
abandonadas.
Dragonia II PLAYMOBIL
The proximity of the coast of Dragonia to the North islands makes it one of the points
selected for a last stop before returning home from his expeditions. With the
booty, they can buy some beer, cattle, salted fish, skins and weapons. The
dragonianos take the opportunity to increase their gold
reserves and occasionally, buy a slave. To facilitate this trade they have
some fortifications near the coast.
This time they are visited by the
longship of Rolf himself, "the Blue", which owes its nickname to
the use of indigo to dye their clothes and thus give an uniformed touch to
their troops. It is not a Viking so barbarous as most Scandinavians of their
time. Rolf has long since converted to Christianity, forcing his subjects to
follow his example. All that, without prejudice to continue their favorite
activity: the looting and pillaging of the Christian kingdoms of the southern
lands.
Here you can see his arrival in one
of the coves of Dragonia. His troops are preparing to camp for the night and
put down their chests full of gold and jewels. Meanwhile the dragonianos came
with their carts to offer goods that will delight the inhabitants of his
village.
The lord of the castle sees the
arrival of the Vikings from the balcony of the castle.
Those who did not come in peace will
test the "hospitality of the dragon".
After landfall: a camp fire and
some roast beef .
The tasks of the ship can not be
abandoned.